Sin Noticias de Gatsby (un cuento de ciencia Ficción sobre marca personal)
Por : Víctor Sánchez del Real(@sanchezdelreal), fundador de Elocuent.
(Nota importante: esta reflexión surge de un maridaje accidental de fin de semana al releer simultáneamente los libros El Gran Gatsby y Sin noticias de Gurb. Aunque redactado con cautela, puede contener spoilers de ambos libros y la película, que por cierto, no he visto todavía. Y la idea de vincular Gatsby a marca personal se la debo a @VinceBobadilla).
Viernes, 8:00 AM. Long Island,NY, planeta Tierra. Aterrizo sin problemas, aparco la nave detrás de un Rolls Royce Amarillo y salgo a la búsqueda de la marca llamada Gatsby. Viento del Noroeste, mar en calma. Adopto la forma de Darth Wader para pasar desapercibido. Unos tipos vestidos de blanco y con sombreros blancos me fuerzan a bailar en tromba mientras me dan a beber un liquido color marrón que entiendo es CocaCola, mi favorita con mucho gas. Me provoca un extraño ardor. Me hago un lío con la capa negra y caigo al suelo. Sin noticias de Gatsby.
El Gran Gatsby es uno de los libros que es obligatorio leer en la escuela secundaria Americana. La lectura de la “meca de la superficialidad” supone un verdadero rito de madurez. Un rito en el que el sistema americano intenta enseñar a sus jóvenes el origen de “lo que somos”. Una cultura basada en muchos casos en el lucimiento y la exposición artificial. Cómo un individuo busca, a toda costa, el lucimiento.
Por el contrario, Sin noticias de Gurb es una deliciosa sátira de la Barcelona preolimpica, en la que aterriza un extraterrestre que adopta la forma de personajes famosos. Debo confesar que leyéndolo, hace ya muchos años, en un tren de cercanías casi soy expulsado por el revisor debido al ataque de risa que me provocó su lectura.
Así que, vamos al grano. Que la casualidad y el maridaje accidental, o quizás causal, me han provocado algunas preguntas para mi tema: ¿Qué puedo aprender para mi marca personal de Gatsby y Gurb?
La lección de la superficialidad de Gatsby.

En las escuelas secundarias americanas uno de los temas que se analizan en profundidad, al hablar de Gatsby es el de la superficialidad del “celebrity”. Se enseña y reflexiona cómo una vida basada en el show, sin sustancia, resulta en drama.
gran gatsby
De cómo América ( como se llaman a si mismos lo norteamericanos) cambió desde los años 20 y hasta la fecha, para convertirse en una sociedad donde los “nuevos ricos” alcanzaban posiciones de poder y fortuna, pero que echaban de menos la aceptación social. Momento en el que se lanzaban (lanzan) a verdaderas vorágines de excentricidad y espectaculo de la riqueza y los contactos.
De Gatsby podemos aprender ahora. La primera lección, para marca personal, es que la construcción de un personaje, si no es transparente, si no declara a los demás un objetivo, se convierte en algo efímero, etéreo, vacío. Y lo más importante, los demás descubren pronto que esa figura tiene “algo” que no es de fiar. Lo invitados a las fiestas de Gatsby, al notener claro quien es y qué busca Gatsby, comienza a forjar historias y rumores negativos sobre el mismo personaje que paga sus bebidas y sus bailes.
Si además el personaje está basado en la mentira – o las mentiras – , por muy caro que sea el envoltorio, la marca seguirá siendo fallida. Porque la realidad acaba aflorando a poco que otro personaje investigue un poco. De hecho el primero que no logra ser consistente en su mentira es el propio personaje inventado. Es muy dificil sostener un castillo de mentiras sin que se escape alguna verdad reveladora.
La tercera lección es que da igual si se dedican todos los recursos del mundo. Aunque una marca personal invierta cantidades ingentes de recursos en su promoción. Una marca personal basada en el secreto y la mentira, aunque se gasten los recursos de un millonario en fiestas, en alojar, divertir y dar de beber, acaba siendo descubierta sin problemas en su realidad más sencilla. Sin necesidad de contraponer los mismos recursos.
La relectura del Gran Gatsby -fui un adolescente obligado a leerlo en mi paso por EE.UU – me ha recordado a muchas iniciativas de personas en redes sociales. Estrategias basadas en el show y la masa. Actividades de autopromoción en las que tratan de atraer a mucha gente, perfectos desconocidos, en conseguir los “likes” o los “follows” por el mero hecho del número. Y una vez se tienen seguidores y “amigos” , se mantienen los canales abiertos a base de diversión sencilla, de chistes fáciles, de listados de cosas que hacer para bobos. Actividades en las que se tratan de ocultar aspectos de la biografía o del apeado borrándolos, o se construyen elementos artificiales. Auto-aplicándose títulos y adjetivos: “el pionero”, “el experto”, “el más conocido”. Sin sentido. Sin Objetivo. Sin resultados como le pasaba a Gatsby. O acabando en dramas en muchas ocasiones.
La lección del mimetismo en Gurb
gurb
La adaptación de Gurb a Barcelona (en realidad del jefe de Gurb que le busca y del propio Grub), está llena de carcajadas, pero de seriedad.
El caso del extraterrestre (sin nombre) en búsqueda de Gurb – del que todavía no hay noticias, por cierto – resulta opuesto, pero sorprendentemente relacionado. El extraterrestre sin nombre que busca a su subalterno en una alocada y jocosa aventura con tacones por Barcelona acaba de forma parecida a Gatsby.
La primera y más sorprendente de las ocurrencias del visitante, es adoptar en su búsqueda – para pasar desapercibido – la forma de las figuras más reconocidas del momento y de la Historia. Desde la cantante Marta Sánchez hasta el Conde Duque de Olivares, pasando por su santidad el Papa Pio XII, hasta Gandhi (atuendo cómodo y fresquito), Pavarotti, Gary Cooper…y no acaba ahí sino que decide insistir con Jose Ortega y Gasset, Julio Romero de Torres, Yamamoto, Duque y Duquesa de Kent, el torero Frascuelo Segundo, Manuel Vazquez Montalban y Alfonso V el Magnánimo. Considera el extraterrestre que la mejor forma de pasar desapercibido es adoptar la forma de humanos relevantes, y lo consigue.
En su recorrido, gracias a reventar los ordenadores de un banco, el alienigena va repartiendo, como un simpático y estrafalario Gatsby, dinero por millones(de pesetas), propiedades y joyas a los que se cruzan en su camino. Lo que no mejora su aceptación social en modo alguno. La Barcelona preolimpica detecta que es un impostor, en forma ajena, y sencillamente, le ignora. Tenemos cosas más importantes que atender a un marciano vestido de Marta Sánchez.
El caso del jefe de Gurb me ha recordado a muchos intentos de marca personal basados en la imitación. Estrategias basadas en imitar al gurú o al experto del momento, en el copia-y-pega de expertos de WordPress, joomla, del marketing digital o la última de las redes sociales. Hablando de temas que no tienen relación ni con la experiencia ni los valores de la persona. Si hoy toca Big data, pues hablamos de Big Data. Si mañana es calentamiento global, pues va una ración de calentamiento (como los kilos de churros de nuestro amigo alienigena). De poses e imágenes, generalmente imitadas de otros, muy separadas de la realidad de la persona. Y que tras mucho esfuerzo solo llevan a la confusión y a la indiferencia de los espectadores, que ni siquiera disfrutan del espectáculo de travestismo.
El ponerse la piel de otros, por muy famosos y exitosos que sean sus casos, o sus temas, solo lleva a convertirnos en paisaje.
Porque pese a la fama de los personajes en los que se transforma nuestro visitante galáctico, y la entrega de riquezas por donde va, el jefe de Gurb ni logra su objetivo de localizarle, ni logra ser mejor atendido en los bares de la Ciudad Condal. De hecho acaba convirtiendo en un enamorado de los churros, y las costumbres de esa gran ciudad. Precisamente en los momentos en los que se vuelve humilde, cercano y muy humano con la gente normal. Sin disfraces.
La gran lección de un extraterrestre y un nuevo rico de los años 20
Gurb y Gatsby, por absurdo que pueda parecer, tienen mucho que enseñarnos.
Que ser fiel a uno mismo cuando nos exponemos a los demás, o nos relacionamos con los otros, es la mejor de las estrategias.
La más humana, y la más inteligente.
Lunes 01.30 AM. La resaca de datos del fin de semana me devuelve a mi forma extraterrestre. Retomo este blog personal. Creo que he pintado la nave de amarillo y he bailado foxtrot en Facebook y Jazz en twitter, pero el recuerdo es confuso.La espada laser en mis manos no acabo de recordar dónde la conseguí.
Lunes 01.31 AM. Mientras me quito los tacones de aguja de un palmo, decido teletransportarme a Barcelona y darme un baño de mar. Olvido el calentamiento global, que resulta ahora es cambio climático y hace frío en mayo. He olvidado también la toalla y me congelo.
Lunes 8:00 AM. Adopto la forma del presidente del gobierno, del lider de la oposición, del Molt Honorable y de la líder de un partido bisagra de colorines. Todos vestimos colores alegres, el más adecuado por sus atractivas y playeras rayas, y recorremos la playa a la carrera gritando consignas. Todo el mundo nos mira mal y opto por volver a mi forma extraterrestre de seis patas. Todo el mundo me sonríe ante la novedad. Me preguntan quien soy y a qué me dedico.Cómo pueden ayudarme.
Mar en calma, viento del este. Amenaza tormenta. Sin noticias de Gatsby, ni de Gurb.

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