La campaña presidencial de EEUU se ha visto envuelta en una nueva polémica debido al discurso que, al parecer, Melania Trump copió de Michelle Obama. Con plagio o sin él, la mujer de Trump sigue estando a años luz de Michelle y sus cualidades para comunicar y conseguir emocionar a la audiencia. La última demostración ha sido durante la Convección Demócrata, donde la mujer de Obama ha logrado nuevamente conmover, emocionar y conectar con un público totalmente entregado. (Vídeo íntegro del discurso al final del artículo).
Pero vamos a intentar aprender a partir de este incidente durante la campaña presidencial norteamericana de 2016. Pocas veces podemos ver partes de un mismo discurso en boca de personas distintas y rara vez tenemos acceso al proceso de preparación de un discurso. Entendamos primero lo que ha pasado y luego los aprendizajes.
La historia de un plagio
La reciente celebración de la Convención Nacional Republicana será recordada por el presunto plagio del discurso de Melania Trump, mujer de Donald Trump y potencial primera dama si su marido logra llegar a la Casa Blanca. En el vídeo que adjuntamos se ve cómo Melania se dirige al público usando prácticamente las mismas palabras que Michelle Obama pronunció en la Convención Demócrata de 2008.
Y aunque la propia Melania ha declarado que el discurso lo hizo sin apenas ayuda, responsables de la campaña de Trump se han apresurado a negar cualquier tipo de plagio alegando que para la elaboración del discurso se inspiraron en la propia vida de la mujer del magnate. Sin embargo, una explicación adicional culpabilizó a una colaboradora del imperio Trump que habría recibido las notas como «inspiración».
Medios tan relevantes como la CNN ya se han hecho eco de la noticia publicando parte del discurso de Melanina que coincide con el de Michelle:
Melanina Trump: «Desde muy joven, mis padres me inculcaron los valores de trabajar duro por lo que se quiere en la vida, que la palabra de uno es un compromiso y que hay hacer lo que se dice y cumplir con las promesas, tratar a las personas con respeto. Me enseñaron y mostraron valores y moral en su vida diaria. Esa es una lección que continúo pasándole a nuestro hijo«. «Y tenemos que pasar esas lecciones a las muchas generaciones que siguen. Porque queremos que nuestros hijos en esta nación sepan que el único límite a sus logros es la fuerza de sus sueños y su disposición a trabajar para ellos«.
Y este es el de Michelle Obama, pronunciado el 25 de agosto de 2008:
«Barack y yo fuimos criados con muchos de los mismos valores: trabajar duro por lo que se quiere en la vida, que tu palabra te compromete y hacer lo que se dice que se va a hacer, que hay que tratar a las personas con dignidad y respeto, incluso si no los conoces, e incluso si no estás de acuerdo con ellos. Y Barack y yo propusimos construir vidas guiadas por estos valores, y pasarlos a la siguiente generación. Porque queremos que nuestras hijas – y todos los niños en esta nación- sepan que el único límite a la altura de sus logros es el alcance de sus sueños y su voluntad de trabajar por ellos«.
Qué podemos aprender
Pese al revuelo causado por esta polémica, este hecho nos permite recoger algunos aprendizajes que sirven para cualquiera que tenga que preparar un discurso importante:
Al margen del contenido la ejecución es importante. La primera dama tiene muchas tablas y experiencia como oradora, y al ver las mismas palabras dichas por otra persona se percibe perfectamente la diferencia de método elegido para las mismas palabras. Mientras Melania se asegura de decir bien su contenido (copiado o no), Michelle va un paso más allá y ejecuta una acción de convicción y persuasión en la que su tono, sus gestos y su énfasis marcan la diferencia. Consejo: cuando se termina de escribir un discurso el trabajo de comunicarlo no ha hecho más que empezar.
Muchas figuras públicas se apoyan en escritores de discursos. Al margen de la polémica, esta ha permitido que conozcamos de forma abierta cómo funcionamos muchos asesores que ayudamos a personas de todos los niveles a mejorar su comunicación. Consejo: busca ayuda y consejo para tus actos de comunicación relevantes. Sé generoso y transparente al comentar públicamente esa ayuda. No hay nada más poderosos que un «gracias a los que me habéis ayudado a preparar estas palabras» como cierre.
Leer no es lo mismo que comunicar. Como queda reflejado al ver a las dos oradoras emitiendo las mismas palabras, la ejecución es un 80% del resultado. Mientras Melania lee, Michelle comunica. Melania mira a las pantallas del teleprompter, Michelle mira a las caras. Esto es fruto de una decisión de hacer un discurso o leer un discurso, error muy típico de un primer discurso importante. Pero es también fruto de no tratar un discurso como lo que es. Un acto de comunicación que es combinación de contenido, adaptación a la audiencia y ejecución. Una actividad en la que cada pequeño detalle cuenta, como ya explicamos al desvelar los secretos de Steve Jobs. Leer un discurso es el atajo de los que quieren ahorrarse el trabajo de comunicar, pero quienes comunican a su audiencia logran recoger frutos que nadie que lee podrá. Consejo: trabaja el fondo, la forma y ensaya, ensaya, ensaya para no tener que leer.
Inspirarse no es malo. Citar, tampoco. Copiar sí. De hecho grandes discursos están llenos de numerosas referencias narrativas o emocionales a textos previos. Cualquier ejemplo de las listas Elocuent de mejores discursos americanos o españoles tienen citas o inspiraciones. Pero coger palabra por palabra sin citar a quien estamos copiando es… copiar. Así que no olvides citar al autor si vas a decir en tu discurso un texto palabra por palabra. Tan sencillo como introducir términos del estilo «como ya dijo….», «en palabras de…» o «quiero ahora recordar lo que escribió…» Consejo: aprovecha la inteligencia de la historia en tu discurso, pero sin olvidar citar al autor.
Ocultar información siempre acaba siendo negativo. La negativa de la Sra. Trump a revelar que había tenido ayuda en la elaboración de su primer gran discurso resulta ridícula. Es evidente que presentadores de televisión, políticos y grandes empresarios se apoyan en equipos de trabajo que les ayudan. Pretender demostrar que era la autora del discurso- sin experiencia previa y capacidad contrastada- además de ser mentira, resulta poco inteligente. Consejo: apuntarse tantos ajenos acaba siendo mala idea.
Revisar y chequear documentos antes de publicar. La memoria y las notas a la carrera pueden ser traicioneras. Por eso en determinados ámbitos puede ser conveniente que los discursos – sobre todo si van a ser leídos – se sometan a un escrutinio y chequeo previo. Herramientas online como turnitin, plagiarisma o cualquier otro verificador de textos empleados en el ámbito educativo, nos dirá en segundos si un texto es novedoso o se nos ha «colado» alguna copia. Consejo: usa sistemas de revisión de contenidos.
Para saber cómo los grandes oradores ponen en práctica todos los consejos que hemos descrito no te pierdas el gran y apasionado discurso de Michelle Obama durante la Convención Demócrata de 2016:
Esperamos que te haya gustado " Qué podemos aprender del discurso copiado de Melania Trump a Michelle Obama ".
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