El reto de comunicar en situaciones difíciles, o comunicar malas noticias, nos va a surgir a todos en un momento u otro. Pero incluso ante casos parecidos hay muchas alternativas como nos demuestra la historia. En otro artículo analizamos ya el reto al que se enfrentó el presidente Lincoln ante la necesidad de comunicar a una madre la muerte de sus cinco hijos en la Guerra civil. Casi 80 años después de aquella carta, una nueva madre americana se dirige al presidente para confirmar su participación en un evento de la armada, al que ha sido invitada por tener cinco hijos en la marina. Y en esta protocolaria carta aprovecha para pedir datos al Presidente sobre el paradero de sus cinco hijos que están sin dar noticias desde hace varios meses.
El reto al que se enfrentó el Presidente Franklin D. Rooseveltal escribir la carta de respuesta se enfrenta a todo un reto de comunicación. Un caso casi idéntico al del Lincoln. Y un reto para cualquier líder. Una cosa es la carta de motivación que mandó Eisenhower a sus tropas antes de la batalla, incluso la que tenía preparada para si todo salía mal, y otra es gestionar los resultados humanos de una de esas batallas.
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En la primera carta la madre de Iowa pide a la Armada que le confirme el rumor de que sus cinco hijos han fallecido. Impresiona la tranquilidad con la que la madre, que había sido invitada a ser madrina de la botadura de un navío por ser madre de cinco marineros, transmite que se siente orgullosa de este doloroso hecho de su posible muerte, y que pase lo que pase ” Si cualquier cosa les ha pasado a mis cinco hijos, aún así bautizaré el barco porque ellos así lo querían”. Y tras pedir perdón a al departamento de personal por molestarles. “Odio molestarles, pero esto me ha preocupado tando que deseaba saber si es cierto. Así que pof favor digánme.Fue duro dar cinco hijos a la vez a la Navy, pero estoy orgullosa de mis chicos y de que puedan servir y ayudar a proteger a nuestro país”.
La contestación por iniciativa del Presidente Rooselvet es protocolaria, cuidada (no en vano el rumor se ha adelantado a la maquinaria oficial), cauta(Están desaparecidos), pero emotiva, ya que los cinco hermanos estaban voluntariamente juntos en el mismo barco en Guadalcanal. En gran medida sigue el modelo marcado por la famosa carta de Lincoln. Pero resulta más fría en algunos aspectos (estar escrita a máquina le resta personalidad), aunque la mención por nombres de pila de los marineros, y la cita a la carta de uno de los hijos “Haremos juntos un equipo invencible”.
Una película propagandística de la época cubrió el tema de los cinco chicos de Iowa, los “Luchadores Sullivan”. Que se alistaron tras el ataque a Pearl Harbour y dieron su vida en Guadalcanal:
Y otra película, “Salvar al soldado Ryan” se basa en la política de salvar o eximir de servicio acivo al único superviviente de familias que hayan perdido miembros en combate. Una política que nació del caso de los Sullivan. De hecho la película muestra cómo la noticia de la muerte de unos hermanos se difunde y acaba con el general George C. Masrhall leyendo la Carta de Pésame de Lincoln :
En la Segunda Guerra Mundial las muertes y desapariciones se comunicaban a través de un complejo sistema – como el visto en la película- que acababa con un breve telegrama “enlatado”:
Puedes comparar el telegrama, y la carta de Rooselvet, con la que tuvo que escribir Lincoln en parecidas circunstancias y en la que recogermos consejos para estos casos. ¿Cómo comunicarías tú una muerte? ¿Y decenas, cientos, miles de muertes individuales? ¿Y la muerte de cinco hijos a su madre?.
Seguro que la próxima vez que tengas que comunicar algo complicado o duro, y tras ver estos ejemplos, elegirás el mejor camino.
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