Gerd Müller lo tenía todo. Fue desde los 60 a los 80 la estrella indiscutible, el rey del gol alemán. Cuatro ligas, cuatro copas, una Intercontinental. Campeón del Mundo en 1974, Eurocopa 1972. Máximo goleador del mundial del 70, diez golazos, fue el pichici de los mundiales hasta 2006. 85 goles en un año, 1972. Pero el “torpedo” explotó en 1981, el año de su retirada, tras tres años en EEUU.
Tras 17 años acumulando éxitos cayó en una enorme depresión, con alcohol y violencia doméstica incluida. Estuvo una década en una dura travesía por el desierto, de la que se repuso cuando en 1992 fue recuperado por su club de toda la vida, el Bayern.
Gracias a tener una nueva actividad, en marketing primero y luego a cargo de la cantera, el “torpedo” pudo rehabilitarse y ser feliz en lo que más le gustaba, su club y el fútbol.
Enseñanza: el no diseñar una salida al término de una carrera deportiva, por muy exitosa que sea, puede pasar factura. Prepararse para una actividad, posiblemente vinculada con el deporte, debe estar en la hoja de ruta del Crack.
Esperamos que te haya gustado " Muller, de estrella del Bayern a la depresión y de nuevo al deporte ".
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