Benjamin Franklin es, sin duda, una de las figuras intelectuales más relevantes de su tiempo. Logró ser una persona reconocida en su tiempo – trabajó su marca personal – en los ámbitos científico, periodístico, político y de valores. De hecho fue la primera figura internacionalmente conocida de los Estados Unidos, especialmente en Francia, donde fue recibido como una verdadera celebrity.
Los objetivos del joven Ben
Pero para aprender de su método y de su fama («su marca personal»), nos encontramos que ya en una época muy temprana de su vida tomó las riendas de su personaje. Cuando contaba 20 años, en 1726, Benjamin Franklin desarrolló y empezó a aplicarse un sistema de objetivos y tareas que puede ser interesante conocer de cara a la marca personal. Podemos resumir la «estrategia BF» en :
- Lo primero que hizo el joven Ben fue marcarse lo que hoy llamaríamos una guía de conducta o mapa de valores. La condensó en 13 puntos o lo que el llamó en su autobiografía las «13 virtudes».
- Lo segundo en lo que innovó Benjamin Franklin fue en aplicar un método de gestión de estas virtudes.
- Lo tercero fue ser fiel al ritmo marcado .
Benjamin se concentraba cada semana en una de ellas, dejando que las otras doce «a su suerte». Con este ingenioso método, cada semana se centraba en un objetivo concreto, y al cabo de un año había logrado pasar por cada virtud al menos 4 veces.
Aunque no lograra aplicarlas siempre, como él mismo reconocía en su autobiografía, sin embargo el tener esos contenidos por escrito, y, sobre todo un método de aplicación, sin duda ayudaron a convertirlo en uno de los hombres más destacados de su tiempo. Y cuya marca personal podemos admirar cada vez que veamos un billete de 100 dolares.
Las 13 virtudes
Las famosas trece virtudes de Benjamin Franklin son:
- Templanza: No comas hasta el hastío, nunca bebas hasta la exaltación.
- Silencio: Solo habla lo que pueda beneficiar a otros o a ti mismo, evita las conversaciones insignificantes.
- Orden: Que todas tus cosas tengan su sitio, que todos tus asuntos tengan su momento.
- Determinación: Resuélvete a realizar lo que deberías hacer, realiza sin fallas lo que resolviste.
- Frugalidad: Solo gasta en lo que traiga un bien para otros o para ti; Ej.: no desperdicies nada.
- Diligencia: No pierdas tiempo, ocúpate siempre en algo útil, corta todas las acciones innecesarias.
- Sinceridad: No uses engaños que puedan lastimar, piensa inocente y justamente, y, si hablas, habla en concordancia.
- Justicia: No lastimes a nadie con injurias u omitiendo entregar los beneficios que son tu deber.
- Moderación: Evita los extremos; abstente de injurias por resentimiento tanto como creas que las merecen.
- Limpieza: No toleres la falta de limpieza en el cuerpo, vestido o habitación.
- Tranquilidad: No te molestes por nimiedades o por accidentes comunes o inevitables.
- Castidad: Frecuenta raramente el placer sexual, solo hazlo por salud o descendencia, nunca por hastío, debilidad o para injuriar la paz o reputación propia o de otra persona.
- Humildad: Imita a Jesús y a Sócrates.
Una lectura a su autobiografía puede resultar muy inspiradora para quienes se plantean trabajar en los objetivos de su marca personal, especialmente en las profesiones científicas o en las relacionadas con la política.
Enlace: AutoBiografía de Benjamin Franklin
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