El feedback es una práctica de comunicación que puede resultar muy efectiva a nivel empresarial para identificar y reconducir situaciones laborales adversas, motivar a los trabajadores o implantar soluciones, gracias a la información que se obtiene de las conversaciones mantenidas entre jefe y empleado. Sin embargo, para algunos líderes este tipo de comunicación supone todo un reto ya que supone afrontar situaciones incómodas y momentos de tensión que muchas veces se generan por miedo a herir sensibilidades de los empleados.
En EEUU el 37% de los líderes empresariales se muestran incómodos al tener que dar feedback sobre el rendimiento de sus empleados, según una encuesta llevada a cabo por por la consultoría de comunicación estadounidense Interac. Los datos extraídos reflejan además que lo que más le cuesta a los jefes americanos cuando tienen que dar feedback es demostrar vulnerabilidad, reconocer los logros del trabajador, dar instrucciones claras y hablar cara a cara en lugar de hacerlo por correo electrónico.
El feedback es una más de las numerosas conversaciones o comunicaciones cruciales que debe ser capaz de manejar un líder con efectividad para ser considerado como tal.
¿Para qué sirve dar feedback?
El feedback o la retroalimentación no puede limitarse a una mera conversación entre el jefe y el empleado, sino que debe utilizarse para intercambiar puntos de vista a través de una escucha activa por parte del líder que le permita detectar problemas e inquietudes dentro de la compañía. Para conseguir un feedback efectivo es fundamental seguir los siguientes pasos:
- Aceptar: antes de nada hay que valorar la situación actual y las necesidades específicas del empleado.
- Alinearse: es necesario hacer saber al trabajador que comprendemos sus inquietudes para crear empatía a la hora de hablar con él.
- Asegurar: hacer saber al empleado que tenemos la forma de resolver sus inquietudes.
- Hacer preguntas abiertas: es la mejor opción para obtener más información y que la respuesta no se limite a un no o sí cerrado.
Además, según el tipo de interacción que tengamos con el empleado podemos decir que existen cuatro tipos de feedback:
- Positivo específico (cuando felicitamos por algo bueno que se ha hecho y lo justificamos)
- Positivo general (nos limitamos a resaltar algo genérico y positivo)
- Constructivo específico (cuando enfocamos un problema haciendo una crítica constructiva que mejore el desarrollo y el aprendizaje del empleado) y
- Negativo general (nos limitamos a echar la bronca al empleado y resaltar lo que ha hecho mal).
¿Qué debe conocer un buen líder?
El feedback debe servir para que el líder obtenga información relevante que sirva para potenciar la construcción de relaciones, mejorar la autoestima y confianza de los empleados y asegurar las fortalezas de la empresa.
Para ello es necesario que se conozcan los propios objetivos y opciones de crecimiento del empleado, iniciar conversaciones de desarrollo específico, escribir un plan de desarrollo y enfocarlo en el trabajo diario para obtener resultados, ejecutarlo, y mantener sesiones de conversaciones para saber si se están cumpliendo los objetivos.
Esperamos que te haya gustado " Cómo dar feedback a los empleados: un reto para líderes ".
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